martes, 5 de junio de 2012

Taijiquan – Inteligencia en movimiento.

Por Arno Matthias

Traducido al castellano por Guillermo Navío

Los estudiantes de Taijiquan comienzan aprendiendo la Forma Lenta. Aunque la misma está compuesta por una secuencia de movimientos marciales, el Maestro Ma Jiangbao insiste en que no se debe pensar en las aplicaciones mientras realizamos la Forma (hacemos empuje de manos para aprender las aplicaciones). De otro lado, y dado que todos los movimientos han sido probados en combate durante cientos de años,  se han visto a su vez moldeados por las leyes de la física y la fisiología.
Durante el entrenamiento se pueden experimentar algunas de estas leyes universales, ser consciente de ellas, y llevarlas a la vida cotidiana. Algunos ejemplos se describen en éste artículo.

Tú decides como de difíciles quieres que sean las cosas.

En Xu Bu, siempre y cuando las rodillas estén paralelas a las caderas, mi postura será correcta. Cómo de bajo sea la posición (cuanto he de doblar las rodillas), o en otras palabras: como de arduo quiero que sea el ejercicio, dependerá enteramente de mí y de nadie más. Lo mismo se puede decir de lo rápido que quiera progresar: ¿cuanto tiempo dedico a aprender determinados movimientos/ secuencias/ forma y como de bueno quiero llegar a ser?, ¿quiero también aprender los nombres de los movimientos, en castellano y/o chino?, ¿quiero estudiar la historia y/o cultura y los fundamentos filosóficos del Taijiquan?, ¿cómo me siento cuando el profesor me corrige?, y así sucesivamente. 

Al igual que en Taijiquan, en la vida cotidiana la decisión, de cuanto quieres coger del estrés que se te ofrece cada día, es tuya. Es ventajoso para nuestra salud aceptar este hecho; el negarlo será por nuestra cuenta y riesgo.

Pequeños extras.

Como todos sabemos, hacer más de lo necesario es el error más común cuando se practica la Forma. Por ejemplo, después de completar Yu Bei Shi (“Preparación”, el primer movimiento de la forma) los estudiantes a menudo no sólo mantienen sus manos en sentido horizontal  sino que levantan sus hombros o tiran de los codos hacia atrás o hacia los lados. Cuando sólo se necesita girar la cintura, los estudiantes también mueven los brazos (así en “látigo doble”, Shuang Bian =, el primero de los ejercicios preliminares,  Lan Que Wei = “Dibujar en el aire la cola del gorrión", etc.).  

En casa y en el trabajo (por ejemplo, al utilizar un ordenador)  fruncimos el ceño, levantamos los hombros, apretamos los dientes, y así podemos seguir. Todo esto es trabajo adicional, que no sólo es innecesario, sino que incluso puede ser perjudicial.

Excedernos en lo que pensamos son cosas buenas.

Mantener una posición baja, en Xu Bu (“Paso vacío”), por ejemplo, es bueno, pero no tan baja que las rodillas sobrepasen el pie. En algunas posiciones tenemos que cerrar el puño - pero sin apretarlo-. En algunos movimientos (por ejemplo, Shuang Bian, Bai He Liang Chi = 'La grulla blanca extiende sus alas ") tenemos que girar la cintura -, pero no hasta el punto de torcer las rodillas.

Mientras conducimos nuestro coche, a veces, nos descubrimos a nosotros mismos presionando los frenos a tope - aunque el coche sin embargo ya esté parado-, o apretando el volante mucho más de lo necesario. Ejemplos más indeterminados de la misma idea podrían ser: los padres excesivamente protectores, o el terrón extra de azúcar que echa a perder el té. 

Durante el sparring (empuje de manos) el compañero puede de inmediato tomar ventaja de este error, y eso porque según nos dice Horacio "vis consili expers mole ruit sua", que es traducido generalmente como: "La fuerza sin sabiduría cae por su propio peso".

Mostrar respeto por la gravedad.

Con que facilidad nos olvidamos de que la gravedad está tirando de nosotros cada segundo de nuestras vidas y siempre en la misma dirección (hacia abajo). Para evitar daños en los huesos, los músculos y los nervios debemos mantener en todo momento nuestro centro de gravedad dentro de nuestra "zona de apoyo" (si se está de pie, ésta sería el área entre los pies). Cada simple movimiento o posición de la Forma podría servir como ejemplo, pero es especialmente importante mantener la cabeza derecha. La cabeza se apoya en un punto detrás de su propio centro de gravedad, lo que complica aún más las cosas, ¡por lo que es esencial que no sobresalga la barbilla hacia fuera o, inclinar aunque sea ligeramente la cabeza hacia atrás!

El respeto por la gravedad puede y debe, por supuesto, extenderse a todas las leyes inmutables que nos rigen. Una gran cantidad de sufrimiento se genera por la lucha contra lo que es imposible de vencer, por la esperanza, por los deseos, por sentirse condenado, por arrepentirse. 

William Faulkner definió la inteligencia como "la capacidad de aceptar el medio ambiente". La misma idea nos expresa Cicerón: "Legum servi sumus, ut liberi esse possimus" (" Somos esclavos de las leyes para que podamos ser libres") y también por el Sr. Scott de Star Trek: "No se pueden cambiar las leyes de la física”.

El alineamiento óptimo de la estructura ósea.  

Normalmente no caerse (es decir, mantener en equilibrio nuestro propio peso), no será nuestra única tarea. Sobre todo cuando hacemos otras labores como pueden ser: trabajar en el jardín, intentar abrir una gruesa puerta, levantar cosas pesadas, o hacer cualquier otro trabajo en que tengamos que hacer uso de la fortaleza de nuestros huesos. 

Al realizar Lou Xi Ao Bu (“Cepillar la rodilla "), Dao Nian Hou (" Paso atrás y rechazar al mono ") y otros movimientos de forma correcta, vemos que colocamos nuestro cuerpo entre el suelo (pie de atrás), y un oponente imaginario (mano delantera),  de modo que todas las articulaciones implicadas estén perfectamente alineadas. Esto nos permitirá hacer uso de toda la musculatura implicada en el camino (sobre todo los extensores de la rodilla: los poderosos músculos que estiran la pierna) y canalizar su fuerza hacia el punto de impacto. 

En la vida cotidiana esto se traduce en llevar las cargas lo más cerca posible del cuerpo, o si nos agachamos para recoger algo, doblar las rodillas y apoyar el peso en las piernas. Un buen ejemplo de este principio es un metro plegable: si queremos empujar a alguien con el, todas sus articulaciones tendrán que estar alineadas. 

Dan Bian ('Látigo sencillo') es sólo un ejemplo de que, en el Forma, manos y pies están conectados en todo momento. En la posición  a que llegamos al final de Ti Shou Shang Shi ("Levantar la mano y paso adelante", justo antes de Bai He Liang Chi) sólo hay una posición correcta para la mano levantada. Podemos encontrar el lugar adecuado pidiendo a un compañero que nos empuje con fuerza  y hacia abajo en la mano: la más mínima desviación hacia arriba o abajo, izquierda o derecha, atrás o adelante se traducirá en un colapso de la estructura de la postura. Por el contrario, si sentimos que estando de pie recibimos la presión con todo el cuerpo (y no sólo con nuestro débil brazo o los músculos del torso) la habremos encontrado.

Terminar a la vez.

Sólo las fuerzas que están activas al mismo tiempo se suman. Si queremos empujar a alguien, pero lo hacemos en primer lugar estirando la pierna trasera, a continuación girando el cuerpo, y después, extendiendo el brazo, sólo esta última fuerza (la del débil tríceps) llegará al oponente y tendrá efecto. Una colaboración y  por lo tanto, una suma de fuerzas, sólo se puede obtener con la sincronización correcta: las manos inician, el torso se une, las piernas acompañan y, lo más importante, terminan juntos. 
En la Forma ninguna parte del cuerpo se mueve de forma aislada, sólo hay movimientos de todo el cuerpo en su conjunto o, ya que los movimientos están planificados y supervisados por la mente, movimientos de la totalidad de la persona. 

En una defensa personal realista, donde el atacante nos ha elegido como víctima, porque él es más fuerte, todas mis fuerzas individuales pueden ser demasiado débiles: sólo nuestros músculos,  sólo nuestra voz, nuestra resistencia, coraje, técnica, ingenio, conocimiento, fuerza de voluntad pero en solitario, no nos van a salvar, sólo si podemos “encender” todos ellos al mismo tiempo,  podremos tener posibilidades.

Hacer lo correcto. 

En Japón el término ma-ai, significa armonía o la distancia "correcta", y es de mucha importancia en todos los asuntos sociales. En Karate se refiere a la distancia entre los dos contrincantes o adversarios. El primer giro a la derecha (entre el Tai Ji Qi Shi = “Comenzar el Taiji "y Lan Que Wei), así como en el primer giro de 90 º a la izquierda (Lou Xi Ao Bu) se nos enseña a extender el brazo adelante, no moviendo la mano desde el hombro, sino al revés. No importa qué tan fuerte o inamovible sea nuestro contrincante, siempre podremos ajustar el ma-ai desplazándonos nosotros. 

Un ejemplo tomado del Aikido como defensa personal: El atacante nos agarra las muñecas por detrás.  Damos un paso atrás hasta que nuestros brazos están a los costados. Nuestro oponente, incluso si es mucho más fuerte que nosotros, no podrá evitarlo, mientras que nosotros seremos capaces de tirar de él más cerca de nosotros. Ahora podemos apoyar nuestro peso corporal en sus manos (no sólo respetando la gravedad, sino utilizándola) yendo hacia abajo sobre mis rodillas (¡manteniendo sus brazos rectos!) y el oponente tendrá que dejarse ir. Otro ejemplo del Ju Jutsu como defensa personal: El atacante, de pie delante de nosotros, nos agarra del brazo con ambas manos. Dejamos el agarre tal cual, y, caminamos alrededor del agarre aplicando una llave al codo,  a la cabeza, o cualquier otro contrataque. 

De manera más general, se podría decir que no debemos limitarnos a reaccionar frente a las acciones de los demás, sino que podemos y debemos actuar de forma correcta. Esta idea se hizo famosa por Gandhi, que luchó por la libertad de la India, nunca en contra de la ocupación británica (él lo llamó "Satyagraha" - el poder de la verdad). Es muy importante entender ésta distinción.

Continuar y continuar.

El Taijiquan es beneficioso sólo cuando lo haces, no sólo cuando sabes cómo hacerlo. Muchos de los estudiantes, siendo  típico de los europeos,  vienen a clase deseando  “aprender Taijiquan”. Afortunadamente, la forma lenta tiene la sabiduría de ser tan complicada y llena de detalles que una vida no es suficiente para "aprenderla". Si hubiera una píldora maravillosa que pudiera hacer que supiéramos todos los movimientos de todas las formas de todos los estilos, no nos serviría de nada,  ya que - a pesar de ello tendríamos que levantarnos y hacerlas. El término Gong Fu (antes conocido como Kung Fu), que se traduce como "trabajo y tiempo", se utiliza a menudo para expresar la misma idea que Virgilio escribió más de 2000 años atrás: "labor vincit omnia improbus" – “el trabajo constante vence todas las dificultades”.